12 octubre, 2011

Nueva bodega de Barón de Chirel

La bodega riojana Marqués de Riscal ha creado un espacio único dentro de su Ciudad del Vino, para la elaboración y crianza de sus vinos de alta gama, entre los que destaca el Barón de Chirel.

Durante la primera semana de octubre de 2011, en plena vendimia, acudimos a la inauguración de la Bodega 1883, dentro de la Ciudad del Vino diseñada por Frank Gehry para Marqués de Riscal, en la población de Elciego (Rioja Alavesa). Esta atractiva ciudad incluye las bodegas centenarias de Riscal, así como su moderna nave de elaboración y su amplio botellero donde reposan los vinos de todas las añadas importantes de la casa, que se remontan hasta sus orígenes en 1858.

El espectacular hotel, diseñado por el célebre arquitecto canadiense, destaca por sus sinuosas curvas y destellos de las planchas de titanio, inspirados en los colores de las botellas de Marqués de Riscal: los tonos rosados para el vino, los dorados de la malla que recubre a sus Reservas, y los plateados de las cápsulas de las botellas. Este complejo hotelero incorpora un excelente restaurante, con vistas a la iglesia de Elciego y la majestuosa sierra de Cantabria, dirigido por Francis Paniego, así como un centro de negocios, y un lujoso Spa donde disfrutar de los mejores tratamientos de vinoterapia.

Marqués de Riscal es una de las diez marcas de vinos más reconocidas del mundo (pionera también en la elaboración de los modernos vinos de Rueda), según acaba de publicar la prestigiosa revista Drinks International, en una selección realizada por un jurado de expertos. Su ya clásico Reserva, del que elaboran 4,5 millones de botellas al año, se ha convertido en referencia de la personalidad de este estilo de vino riojano, y supone todo un mérito a la regularidad de calidad año tras año.

Tras la presentación de la nueva web de la bodega, moderna y atractiva, con sus novedosas Videocatas de toda la gama de sus vinos, en español e inglés (marquesderiscal.tv), conocimos su nuevo proyecto: el Aula Marqués de Riscal, dirigido por Rafael Ruíz Isla, (director y creador de la exitosa Aula Marqués de Arienzo, durante las últimas dos décadas, con más de 15.000 alumnos), y que tiene como objetivo acercar la cultura del vinos a los profesionales de los restaurantes. Rafael Ruíz Isla es el gran formador de los catadores españoles, por su gran capacidad didáctica y pasión por el buen vino, como pudimos comprobar en su excelente cata vertical de cuatro añadas de Barón de Chirel (2005, 2006, 2008, y 2010).

En la nueva Bodega 1883, integrada en la Ciudad del Vino de Riscal, nos sorprendió gratamente el cuidado de los detalles, comenzando por la rigurosa selección de los racimos y uvas (previamente enfriados para evitar oxidaciones del mosto); luego, de la mano de Francisco Hurtado de Amézaga, director técnico del grupo, recorrimos las instalaciones de la nueva bodega, que cuenta con tinos de madera de roble para realizar la fermentación del mosto, que se llenan con la uvas estrujada mediante un OVI (Objeto Volante Identificado), para evitar el uso de bombas que pueden alterar la calidad aromática y gustativa final del vino.

Junto a la plaza del reloj solar, se encuentra la entrada de la cava climatizada donde reposan las barricas nuevas de roble americano y francés destinadas a la crianza de sus vinos más emblemáticos: el vino de pago Finca Torrea, el Marqués de Riscal Gran Reserva, y del Barón de Chirel. Este último, considerado el pionero de los Vinos de Autor españoles, en el qué, según afirmó Hurtado de Amézaga: “se sacrifica la potencia por la finura de sensaciones”. Continuamos el recorrido por la bodega la Catedral, un angosto botellero donde reposan miles de botellas de añadas históricas de Riscal, algunas de origen prefiloxérico, en un ambiente fresco y de elevada humedad.

La visita continúa en la viña Castejones, una de las más emblemáticas de la bodega, que cuenta con 500 hectáreas de viñedos propios en la Rioja Alavesa, cuyos frutos tradicionalmente podíamos disfrutar en los vinos de Marqués de Arienzo
(conocida marca de rioja que adquirió recientemente Riscal, junto a sus mejores viñedos). Degustamos una copa de la primera añada, el crianza 2007, elaborada por la bodega, (con 18 meses de crianza en barricas), y comprobamos el gran salto cualitativo de calidad, al igual que disfrutamos de la intensa carnosidad frutal de su prometedor 2008.

Y culminamos estas intensas jornadas con una excelente comida de maridajes en el restaurante del hotel, con los platos de Francis Paniego (deliciosas las láminas de bacalao), y sus vinos de Rueda (Finca Montico), y Rioja (Finca Torrea y Barón de Chirel).

Marqués de Riscal se ha convertido en una de las bodegas españolas más vanguardistas, que a la vez que reverencia sus origenes centenarios, así como trasmiten su pasión por los detalles, desde el viñedo al vestido de sus botellas.

Texto y fotografías: Jesús Bernad