La variedad blanca autóctona alemana alcanza su esplendor en las laderas del Mosela, afluente del Rin, cultivada en suelos pizarrosos en las colinas orientadas hacia el río.
En esta selección de vinos de la variedad Riesling elaborados en la región de Mosela, encontramos un atractivo equilibrio entre su elevada acidez, grado alcohólico moderado (de 7,5º a 8º) y su azúcar residual, que en cualquier otro vino sería muy alta. Esta tensión hace que sean vinos de paso vibrante, que suelen desarrollar un grato gusto mineral, y que por las distintivas características de la Riesling, evolucionan muy bien en botella durante años, sin haber tocado previamente la madera.
¡Que los disfruten!