27 abril, 2015
Un lugar emblemático donde disfrutar los mejores tragos mexicanos
Corazón de Agave abre sus puertas en noviembre de 2014 en el castizo barrio madrileño de La Latina (Humilladero, 28), un original concepto donde el mezcal y el tequila son los reyes. Este local, que cuenta con más de 100 referencias de estos sensacionales tragos mexicanos, es fruto de una evolución de Entre Compas, la joven y dinámica compañía creada en 2012, formada por la mexicana Felicia y el ecuatoriano Wilmer, que tuvieron la feliz idea de importar el exitoso tequila Alacrán a España con el objetivo de aportar cultura al consumidor español y descubrirle la arrebatadora personalidad de un tequila 100% agave.
El bar funciona por la tarde y noche con su coctelería creativa, y durante el día, está destinado a dar formación y Master Class de diversas bebidas mexicanas; por ello apuestan por una gran diversidad de tequilas y mezcales, más de un centenar de tragos destilados del agave. Corazón de Agave es el lugar donde los buenos aficionados a estas bebidas rinden culto a los mezcales de Espadín y las seductoras variedades silvestres de esta planta, y quien desee sumergirse en este apasionante mundo no debe dejar de probar el mezcal “Pierde Almas”.
En una primera visita recomendamos pedir la tabla de degustación donde se puede disfrutar de 4 de las más emblemáticas bebidas del país: un trago de pulque (bebida fermentada del agave, de larga tradición en México, de 5º); un sotol (bebida espirituosa de la familia del agave, que se elabora en Chiguagua, de 38º); el tequila Alacrán (del estado de Jalisco, de memorable suavidad por ser destilado en alambiques continuos, perfecto para el gusto europeo, de 40º); el mezcal Alacrán de la variedad de agave Espadín (de enorme carácter y personalidad artesanal). Todo ello por solo 7,8 €, suma bien invertida como primera aproximación a este singular mundo.
La segunda tabla que podemos degustar en Corazón de Agave es más especializada: una gama básica de tequilas, o de mezcales. Por ejemplo, de tequila podemos probar las tres principales categorías: Blanco, Reposado y Añejo, según el tiempo de madurez del mismo en barrica; hasta 2 meses el blanco o silver; de 2 a 12 meses el reposado, y más de un año y hasta tres, el añejo. Una experiencia sensorial para descubrir nuestro estilo favorito.
Felicia nos confiesa que: “el gusto español fue maleducado por las primeras marcas de tequila que llegaron al país y difundieron su consumo en chupitos con sal y limón; una forma de degustación inadecuada pues el limón mata el sabor del tequila y, además, es una bebida muy fuerte para tomar de un solo trago”. En estos últimos tres años existe un mayor conocimiento del tequila y una mayor afición por su consumo. Además afirma: “la reciente moda del mezcal en México que acaba de llegar a España ha sido muy bien acogida en coctelería y va por un buen camino, y eso, a pesar de ser un trago complicado por artesanal y potente”.
En Corazón de Agave se puede disfrutar de originales actividades muy bien acogidas por los bartenders de la capital como catas de mezcales, de la mano de sus maestros destiladores; de una presentación de una gama de licores franceses o, incluso de una original cata de whiskys del principal embotellador independiente de Escocia: Gordon & Macphile. Un punto de encuentro donde difundir la cultura de las bebidas espirituosas.
Para culminar nuestra visita, el siempre entusiasta Wilmer nos ofreció degustar sus últimas novedades: el tequila Alacrán Reposado, de 35º, con cuatro meses de crianza en barricas, elaborado en la Destilería de Arandas, de Altos de Jalisco, de muy fino carácter de agave y de vibrante evolución; y, como segunda novedad, el original Alacrán Añejo Cristalino, de 40º, que, tras madurar 14 meses en barricas de roble americano, filtran para eliminar su color resultando así un tequila incoloro, goloso y vivaz, un estilo de plena actualidad en México.
Toda una experiencia sensorial en su conjunto que nos hace pensar que Corazón de Agave está llamado a convertirse en un centro cultural de las bebidas espirituosas de categoría, y un ineludible punto de encuentro en Madrid de los amantes de los tragos mexicanos.