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22 marzo, 2025

Selección Vinos D.O. Navarra 2025

Navarra es un universo vitícola al completo, y muchas veces no somos conscientes de su […]


Navarra es un universo vitícola al completo, y muchas veces no somos conscientes de su amplia y atractiva oferta. Por suerte, una vez al año se presentan los mejores estilos de vinos seleccionados por profesionales en cata ciega: 10 ejemplares que abarcan desde los emblemáticos vinos rosados (que tanta fama dio a la región), blancos de chardonnay, tintos de garnachas (y de otras variedades tintas, como merlot), así como los sensacionales vinos dulces de moscatel de grano menudo.

 

 

«La Selección Vinos D.O. Navarra es un reflejo del talento y la excelencia de nuestras bodegas. A través de estas diez categorías, mostramos la riqueza y autenticidad que definen nuestra Denominación. Este año, de nuevo, el panel de catadores expertos ha resaltado especialmente la calidad excepcional de los rosados y los monovarietales de Garnacha, dos pilares fundamentales de nuestra identidad vitivinícola y orgullo de nuestra tierra.” afirma el presidente del Consejo Regulador de la D.O. Navarra, David Palacios.

 

En una sensacional comida en un restaurante navarro de Madrid, La Manduca de Azagra (Sagasta, 14) pudimos catar la gama de vinos seleccionados de Navarra, los 10 mejores en sus diferentes categorías, que muestras la calidad y personalidad de esta región, vinos que serán los embajadores de esta tierra durante las presentaciones nacionales e internacionales durante 2025.

 

David Palacios, presidente DO vinos de Navarra (segundo por la izquierda)

 

Como no podía ser de otro modo, el recibimiento fue con una copa de vino rosado joven de Garnacha (Be Bike 2024, de bodegas Quaderna Vía). El rosado es sin duda el vino más emblemático de la denominación, el que puso en el mapa la región hace ya unas décadas y que tantas alegrías le ha dado, pero sin olvidarse que este gran embajador le abría las puertas a su amplia oferta de estilos.

 

Es un rosado de color pálido (que abrió el debate sobre cual debe ser el color de un rosado navarro), muy afrutado, con notas de fresitas y hierbas balsámica, con una entrada en boca seca y fresca, de vivaz frutosidad, que se elabora en una zona de influencia atlántica, por el noble método del sangrado, con el que pudimos acompañar los entrantes de tomates Cherry y unas deliciosas chistorras.

 

 

Continuamos con un blanco de la emblemática variedad chardonnay, que seguramente introdujeron los reyes franceses que durante los dos siglos gobernaron estas tierras y que tras mas de 5 siglos de adaptación, podemos considerar autóctona. Así lo afirma David Palacios, presidente de la DO Navarra: “la chardonnay es tan nuestra como de los franceses, que gobernaron el Reino de Navarra hasta 1512”. Castillo de Monjardín Chardonnay 2024, un blanco joven pletórico de fruta madura, manzana y piña, con recuerdos cítricos, posee una boca fresca, amplia, muy afrutada, resultando muy sabroso y de gran personalidad. Perfecto acompañante de unos puerros, que resaltaban el vino.

 

Continuando con los vinos jóvenes llegó el turno del primer tinto: Lezaum Tempranillo 2024, cuyas uvas proceden de viñedos ecológicos, cultivados en biodinámica y se elabora por el método de maceración carbónica. Despliega una seductora nariz de frutillos rojos, moras y arándanos, con notas especiadas; su boca es redonda y envolvente, fresca y vivaz, pletórica de frutosidad, que lo convierte en una autentica delicia, de excelente personalidad.

 

 

Una de las mejores sorpresas de los vinos navarros es el chardonnay con crianza en barrica de roble, estilo que los emparenta con los mejores blancos de Borgoña. En este estilo es emblemático el Príncipe de Viana Chardonnay 2024, que fermenta en barricas de roble francés y americano, con frecuentes battonage de sus lías finas, que le aportan volumen. Destaca su expresividad aromática, de frutas cítricas, como pomelo y lima y toque de manzana verde, con el fondo avainillado del roble. Boca amplia y jugosa, muy afrutada, de vivaz acidez que le aporta frescor y gran personalidad varietal. Y para romper tópicos, que mejor que acompañarlo con unos sensacionales corazones de alcachofa, que siempre se ha dicho que no admite ningún vino a su vera, y pudimos comprobar que no es cierto.

 

Apostando de nuevo por la originalidad, nos propusieron un rosado con 3 meses de crianza en barrica, Alma de Unx 2024, de bodegas San Martín, cuyos viñedos de garnacha tinta están en la región de la Baja Montaña. De intenso color rojo sangre, despliega una nariz muy afrutada, y toques anisados, de boca sabrosa, con cuerpo y con la nota de roble al final que lo convierte en muy gastronómico, y que armonizó muy bien con las alcachofas. Por cierto, si a alguien no le gusta la verdura que venga a Navarra y en dos comidas se le quita la tontería.

 

 

La garnacha es sin duda la gran variedad tinta autóctona de la región, pero que durante años estuvo denostada por ser muy oxidativa, hasta que las viñas viejas y menores rendimientos por cepa la encumbraron a un nivel superior. Malón de Echaide Garnacha Roble 2022 fue el elegido en esta categoría, con 10 meses de crianza en barrica de roble americano, resultando maduro y sabroso, con un cuerpo medio, taninos redondos y un largo final afrutado. Perfecto para acompañar un plato de pochas.

 

En Navarra también es habitual encontrar vinos tintos fruto del coupage de varietales como tempranillo, con cabernet sauvignon y merlot. Este es el caso de Valdelares Crianza 2022, con 12 meses de crianza en barricas de roble francés y americano, al 50%. Su aroma es de frutillos negros de bosque, con una grata nota especiada, y en la boca es sabroso, de taninos redondos y final balsámico, con marcada personalidad del roble. De entre los varietales de origen bordelés siempre destacó en navarra el merlot, con muy buenos vinos. Catamos el Beramendi Merlot Crianza 2021, que resultó muy maduro, con notas especiadas y de cuero, un tanto evolucionado.

 

Los productores de los 10 vinos seleccionados

 

Un coupage de uvas tintas muy original fue el Altos de Inurrieta Reserva 2020, fruto del ensamblaje de graciano y cabernet sauvignon, con 14 meses de crianza en barricas de roble francés nuevas, un vino muy sabroso, con cuerpo, potencia de sabores afrutados y especiados, carnoso, de carácter muy bordelés. Este era el vino adecuado para armonizar con un buen solomillo de vacuno, que siempre pide ser acompañado por un vino tinto robusto y sabroso.

 

Solo los buenos aficionados conocen que Navarra es la tierra de uno de los mejores vinos dulces españoles, elaborados con la variedad moscatel de gran menudo. Emergente Moscatel 2024, de bodegas Marqués de Montecierzo, con viñedos en Castejón, a orillas del rio Ebro, es un buen ejemplo de estos vinos dulces, pero con equilibrada acidez. Amarillo dorado pálido, con aroma de moscatel, muy afrutado y fresco, equilibrado y vivaz en su delicado dulzor, nada empalagoso. La sensación es tan placentera, que en mi opinión se puede prescindir del postre, pues su dulce paladar es un excelente final para una gran comida.

 

Navarra nunca deja de sorprendernos, con su seductor universo sensorial tanto en sus originales vinos como excelsa gastronomía.



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