El vodka, la bebida espirituosa más consumida en el mundo, por ser la predominante en países tan poblados como Estados Unidos y Rusia, se ha convertido en una eterna promesa en España: el próximo espirituoso de moda. Y tras el furor causado por el gintonic, que no amaina, su mejor alternativa es el vodkatonic: una copa fresca, aromática, agradable, ligera y muy satisfactoria para los meses estivales, que no satura de aromas ni se elabora tan cargada de elementos como el gintonic.
Hemos querido sondear la opinión de cinco prestigiosos bartenders, al frente de las mejores barras de nuestra geografía, sobre la importancia del vodkatonic en sus bares: qué perfil tienen los bebedores aficionados a este combinado, y la evolución potencial en un futuro de este combinado. En este especial de Vodkatonics, les proponemos 7 sugerentes formas de disfrutar de esta original copa, que pueden ver en sus respectivas Videocatas, y les invitamos a recrearlas en sus casas, con un grupo de amigos, o pedirlas en su bar favorito para que disfruten de sus placenteras sensaciones.
Mario Villalón, bartender y propietario del restaurante El Padre, de Madrid, opina que: “el vodka es una bebida que te permite ser sofisticado en la barra, por ser muy versátil y combinar bien con todo; tiene un espíritu moderno, fresco, aporta ligereza y se adapta bien a todo tipo de paladares”. Y considera que el vodkatonic se acomoda muy bien al gusto español, por ser una copa fácil de beber y fresca, en especial durante los meses de calor estival. Mario, que tiene unas 30 marcas de vodka en su bar, considera que el vodka, al ser un destilado muy neutro, permite elaborar copas muy creativas. Y afirma: “estoy seguro que el consumo del vodkatonic ira incrementándose, aunque no sé si llegará a la explosión actual del gintonic”.
No todos los bartender entrevistados para este reportaje comparten esta opinión. Natalia García, bartender de Boca Chica, uno de los locales de moda en Barcelona por sus cuidadas copas, se muestra más escéptica. En su bar, muy frecuentado por turistas norteamericanos y rusos, la mitad de los cocteles y combinados que piden sus clientes son de vodka, mientras: “los clientes españoles piden muy poco vodkatonic, porque en general no les gusta el sabor del vodka y suelen elegir más la ginebra, porque prefieren una mayor intensidad de sabor, como ocurre con el gintonic”. Y lo corrobora con datos: el 70% de los combinados que piden este tipo de clientela son gintonics.
El vodka es una bebida espirituosa neutra, de muy cuidada destilación, que tiene fama de no dar aliento ni crear resacas, destaca Javier Rufo, jefe de barra del Bar Cock, de Madrid, uno de los clásicos de la calle de la Reina. Y nos comenta que el perfil de consumidor que ellos tienen de vodka: “es un cliente entre 40 y 50 años, que salen de forma habitual, y que han disfrutado de todos los destilados, pero que al tener ya cierta edad acaban recalando en el vodka, porque les sienta bien y no les da resaca al día siguiente”. De todas formas, considera que un vodkatonic preparado como los actuales gintonics, son muy parecidos y afirma que “muchos nuevos bebedores no diferencian un vodka de una ginebra, tal vez porque poca gente sabe beber hoy en día”.
Joao Eusebio, bartender portugués afincado en Barcelona, donde es el responsable de formación de productos en la prestigiosa distribuidora Magatzem Escolá, que representa unas 80 marcas diferentes de vodkas, opina que “la evolución de ventas del vodka es lenta pero se va incrementado de forma paulatina; mientras que el vodka estándar lo consume más la gente joven, la gama premium la disfruta un público más adulto, que lo beben solo o en vodkatonics”. Y destaca que las virtudes de este combinado es que tiene las características de los ingredientes que le añades al vodka.
En la distribuidora en la que trabaja desde hace tres años, especializada en la venta de vinos y destilados a restaurantes, bares y tiendas especializadas, conocen bien las tendencias que marcan los consumidores. Venden a razón de un 70% de ginebras frente a un 30% de vodkas, y Joao considera que la moda del gintonic es lo que ha frenado la evolución del vodka entre los consumidores. Y concluye: “en mi opinión en un futuro el consumidor no va a beber más vodka, y no creo que se vaya a convertir en el destilado de moda. Es un mito. Eso sí, cada vez hay más vodkas premium en el mercado español, por las sofisticadas técnicas de destilación, que han mejorado mucho en los últimos años”.
Al prestigioso bartender Juan Valls, propietario del bar el Niño Perdido de Valladolid, y director de FIBAR, congreso anual especializado en bebidas espirituosas, le gusta el vodka siempre que esté bien destilado; y valora sus virtudes: “al no tener una personalidad muy marcada y ser su sabor sutil, es un buen destilado para jugar en coctelería y es fácil de personalizar en un cóctel o en un combinado; mientras que en otros cocteles, de whisky, ron o tequila, hay que ser más respetuosos con el sabor del destilado”.
Juan Valls lamenta que numerosas marcas de vodkas que llegan al mercado español abusan de atractivos packaging, de presentaciones lujosas, pero a precios muy elevados, que no se justifican por no existir grandes diferencias de calidad entre ellos. Pero afirma que: “el vodkatonic es una buena alternativa al gintonic, por ser más potente de sabor la ginebra, mientras el vodka es más ligero y permite jugar en diversas elaboraciones. Pero, los clientes no acaban de pedirlos en el bar, tal vez porque los barmans tampoco acaban de creer en este combinado, y aunque es una copa fresca, muy agradable, que combina muy bien, considero que la moda del vodkatonic es un tanto artificial”.
“El vodkatonic podría funcionar muy bien frente a los actuales excesos de algunos gintonics” afirma Javier Rufo del Bar Cock, incidiendo en uno de los principales aspectos de esta moda; “el vodkatonic puede llevar la decoración y presentación de un gintonic, pero en mi opinión es una copa más ligera y fresca que esta”. En este mismo aspecto comenta Juan Valls, que “hay un cierto cansancio del gintonic, por exceso de elementos en la copa, y por ello se está volviendo al clasicismo, con un solo ingrediente que vaya bien en la copa y esté plenamente justificado”. Transformar una copa en un tutti frutti se ha convertido en un circo que rechazan muchos bebedores y que solo sirve para justificar, muchas veces, el alto precio de la copa.
“Pero existe un cierto riesgo –concluye Juan Valls- de que en el vodkatonic, al tener un sabor más neutro que el gintonic, los barmans tengan la tentación de decorarlos en exceso, para aportarles vistosidad, y de esta forma caer en el mismo error que ocurre en la copa de moda”. Y una última reflexión sobre las tendencias de consumo en el bar: “No creo que el vodkatonic tenga un gran futuro, aunque percibo que los clientes están dando un paso más natural: tras cuatro años bebiendo gintonics por eso de la moda, están volviendo a sus bebidas habituales de antes, como el ron o el whisky, pero eso sí, con más criterio, consumiendo marcas de mayor categoría. La moda del gintonic ha aportado cultura del buen beber entre los clientes, que consumen menos pero mejor, sin importarles pagar algo más por una copa de mayor calidad”.
Mario Villalón concluye: “el vodkatonic es la gran alternativa al gintonic, en especial para la gente que quiere un combinado ligero, una bebida refrescante perfecta durante los meses de calor, una copa fácil de beber, y en eso el vodka es el rey”.
Palabras que este cronista comparte, y que tras elaborar los vodkatonics que les proponemos en estas Videocatas, ha sido seducido por esta copa divertida y refrescante, idónea para disfrutar en numerosas ocasiones. Espero que descubran sus momentos, donde el vodkatonic se convierte en un perfecto aliado.